神使我釋懷
哈巴谷書第一〜三章
哈巴谷全書僅三章，從哈巴谷質問 神的第一個問題開始：「為何祢容許惡人得志，容讓罪孽、奸惡、毀滅、強暴、爭端和相鬥的事橫行，到底公義在哪裡？」（一2～4）相信這也是許多人的疑問，然而 神的回答竟然是：「我曾藉先知說過，你們卻不信，我必興起殘忍暴躁的迦勒底人來刑罰猶大！」（一5～11）
哈巴谷仍然難以接受，遂繼續追問：「難道，祢容忍比猶大更惡的人民來欺壓她？使用殘暴的迦勒底人來懲罰比自己還公義的猶大？」（一12～二1）；這時，神回答先知：「迦勒底人並非無罪，她終將因自己的惡、自高自大、不正直受報，而猶大中的義人必因信得生！」（二2～4）又緊接著說道：「迦勒底人將受到更大的禍患」（二5～20）。
第三章即是哈巴谷先知釋懷後的祈禱與頌讚：求主復興祂的作為，在發怒的時候以憐憫為念。更引發了純正信仰中最經典的一段詩歌：「雖然無花果樹不發旺，葡萄樹不結果子，橄欖樹也不效力，田地不出糧食，圈中絕了羊，棚內也沒有牛；然而，我要因耶和華歡欣，因救我的 神喜樂，主耶和華是我的力量；他使我的腳快如母鹿的蹄，又使我穩行在高處。」（三17～19）
經過 神的回覆後，問題未必解決，但心已釋懷，甚至還比先前還更有信心和勇氣，這不但是哈巴谷先知的體驗，也是歷世歷代以來的聖徒們的領悟：只要 神同在，沒有什麼是過不去的，只要 神允許，再嚴重的景況，都不能奪走我的喜樂，因為祂就是我的救主，是我一生的喜樂！
何仁豪牧師
Dios me da alivio
Habacuc 1 ~ 3
El libro de Habacuc solo tiene 3 capítulos. La apertura es con una pregunta de Habacuc hacia Dios: “¿Por qué permites que los malvados puedan concretar todos sus planes? ¿Por qué toleras tanto crimen, injusticia, destrucción, violaciones, riñas y confrontación? ¿Dónde está la justicia?” (Hab. 1:2-4). Estoy seguro que muchos se hacen las mismas preguntas. Pero sin embargo Dios le responde: “Ya les advertí a través de mis profetas, pero ustedes no les han creído. ¡Ahora estoy incitando a los caldeos, un pueblo despiadado e impetuoso, a castigar a Judá!” (Hab. 1:5-11).
Esto resultó difícil de comprender para Habacuc, por eso repreguntó: “¿Tú permitirás que otro pueblo más malvado que Judá la ataque? ¿Utilizarás a los despiadados caldeos para castigar a la más noble Judá?” (Hab. 1:12-2:1). Entonces, Dios le respondió: “Los caldeos no están libres de pecado. Este pueblo pronto sufrirá las consecuencias de su maldad, soberbia e indecencia. Pero el justo que habite en Judá vivirá por su fe.” (Hab. 2:2-4). Y finalmente sentenció: “Los caldeos sufrirán peores calamidades.” (Hab. 2:5-20).
En el capítulo 3 vemos que Habacuc ora y adora, ya después de encontrar alivio. Le pide a Dios: que prospere su propia obra, y que cuando se desate su ira también tenga misericordia. Culmina entonces en un salmo clásico que representa a la fe más firme: “Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador! El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela y me hace caminar por las alturas.” (Hab. 3:17-19).
Luego de recibir respuesta de Dios, el problema seguía sin resolverse, pero su corazón había encontrado alivio. Tal vez tenía incluso más fe y valor que al principio. Esta experiencia no fue única y exclusiva para el profeta Habacuc. También fue lo mismo que vivieron los numerosos santos apóstoles a través de las generaciones: siempre que Dios nos acompaña, no hay nada sea insoportable; porque lo que Dios permite, no importa cuán grave parezca, no podrá jamás arrebatar nuestro gozo. ¡Pues Él es nuestro Salvador! ¡Es nuestra fuente de regocijo para toda la vida!
Pr. Felipe Ho
