忌邪施報的上帝
那鴻書第一〜三章
在一個統治者和被統治者的世代中，有強者，有弱者，強者任己意取其所意，弱者任其宰割，在歷史的舞台上，亞述國曾是雄霸中亞的長久盟主，是極強大有力的國家，是極為繁華，是很多人嚮往的地方，在這種弱肉強食的規律中，猶大是那個俎上之肉，任亞敘帝國宰割，好像是無處可逃，無法避免。
可是這局勢將要改變，在先知那鴻所得默示的敍述中可得知，尼尼微這個亞述帝國的首都將受到上帝的審判，當時亞述國勢正如日正中天，但上帝興起先知那鴻，讓他看見亞述國的滅亡來到了，因為她流人血和拜偶像，行淫亂邪術，所以她必荒涼，敗落，亞述帝國將為其殘忍無人道的所作所為付上代價，將被巴比倫和瑪代的聯軍所毀滅。
上帝曾差約拿向尼尼微宣講悔改的福音，讓這殘暴的大國在審判前仍有回轉的機會，當時先知約拿向他們宣講，他們就悔改，但到了先知那鴻宣講的時候，卻帶來亞述國最終的審判。
同時先知那鴻也向猶大宣講，安慰猶大，讓他們知道所受的苦難是暫時，上帝必為祂的百姓報仇，而且祂會恢復以色列和雅各的榮華，復興以色列的國勢，勉勵猶大國不要懼怕，祂將要復興以色列及猶大。
歷史上證明，世上再強大的國家，若不遵行上帝的旨意，沒有無堅不摧的，國勢如何強盛，沒有永遠長存的，在上帝的眼中只是時間問題，所以當我們的生命中被壓制，被攻擊時，上帝在祂命定的旨意和時間中，祂將來攻擊那攻擊我們的敵人，解救我們脫離仇敵的手，而我們是否能在面對強大的敵人時，看似沒有希望的劣境中，仍然看見上帝將成就的作為而在衆人之中發出將得拯救之盼望的宣告？
陳光晴長老
Nahúm 1 ~ 3
En la era de los gobernadores y los gobernados, están los fuertes y los débiles. Los fuertes hacen los que quieren, y los débiles, viven a merced de ellos. En el escenario de la historia de la humanidad, Asiria, ha sido el más fuerte de todas las naciones en su época. Un poderío que devora a otros y una nación extremadamente próspera. Judá, en ese mundo, era un objeto que vivía según el humor de Siria, no tenía escapatoria.
Pero según la revelación de Nahúm, la historia cambiaría: Nínive, la capital de Asiria, será sometido al juicio de Dios. En el pleno resplandor de Asiria, Dios ha levantado a Nahúm para mostrarle que dicha nación, que su final se acerca. Sus crueldades, sus inmoralidades, la idolatría, y la sangre derramada por ellas, han reclamado por pago, y sería derrotada por el ejército de Babilonia.
Dios ha enviado a Jonás a predicarle a toda la ciudad de Nínive, para que haya una oportunidad del arrepentimiento. Por eso cuando Jonás proclamó el juicio de Dios, lo han hecho de corazón. Pero no fue así Asiria con el mensaje de Nahúm, y su derrota final no se hizo esperar.
El profeta también habló a Judá, para que supiera que el dolor es momentáneo, Dios hará justicia por su pueblo. El mismo restaurará el resplandor de la casa de Israel y Jacob –su pueblo elegido.
La historia ha mostrado que hasta la nación más fuerte si no obedece la voluntad de Dios, será destruida algún día. Incluso la dinastía que parece invencible, ante los ojos de Dios, su caída es cuestión de tiempo. Por lo tanto, cuando en nuestra vida enfrentamos opresiones y ataques, Dios en su tiempo y voluntad, nos liberará de nuestros enemigos. Pero, ¿somos capaces de ver la obra rendidora de Dios y la esperanza en el momento de nuestras adversidades?
Presb. Daniel Chen
