成為 神手中的一顆好棋
以西結書第卅一，卅二章
神能使用任何人、任何國家、權勢，成為祂的服役，即便是出埃及之前奴役以色列民族的法老，或是傾覆以色列的亞述和滅亡猶大國的尼布甲尼撒王，都只能是 神手中的一顆棋，為了祂百姓的好處，更為成全祂最智慧、美善的旨意！。
以西結書第卅一和卅二章，所描述的就是為了抵禦巴比倫的統治，猶大國極力要與曾
經奴役過她的埃及結盟，對於 神的百姓所欲憑藉、仰賴的勢力，那個驕傲、不順從 神的國度與君王，神在此宣告毀滅。很清楚地，神不要祂的百姓倚靠除了祂之外的勢力。
你我在遇到困境時，究竟是仰賴信靠 神，或是好像當時的猶大國一樣？我們能從聖經歷史、從現實的景況中看出 神凡事掌權嗎？還是我們只能看見困境後四處尋求那隨時都可能被傾覆，從此消失的勢力？
神能使用任何人、任何勢力，而我們所要仰賴的不應該是 神手中的棋子，而是這位永恆中最會下棋的 神！所以，你我的人生最上算的選擇，應該是讓自己主動且樂意地成為 神手中的一顆好棋！
何仁豪牧師
Seamos una pieza en manos de Dios
Ezequiel 31 y 32
Dios puede usar a cualquier persona, nación, o autoridad a su disposición. Inclusive puede usar al faraón del pueblo egipcio, que previamente había subyugado al pueblo israelita; a Asiria, quien la había saqueado; y hasta al rey Nabucodonosor, monarca de Babilonia, el país que aniquiló a Judá. Todos ellos son como piezas de ajedrez en manos de Dios. Por el bien de su pueblo, Él las mueve libremente para llevar a cabo su voluntad, siempre sabia y maravillosa.
En Ezequiel 31-32 se relata el intento desesperado de Judá para defenderse de Babilonia, país que intenta conquistarla. Tal es la extrema necesidad de Judá que está dispuesta a aliarse con Egipto, nación que la había esclavizado tiempo atrás. El pueblo de Dios estaba cerca de pedir ayuda y apoyo a un monarca y un país sumamente soberbios y desobedientes a Dios. Dios anunció para esta nación: su destrucción inminente. Claramente, podemos ver, Dios no desea que su pueblo escogido confíe en otras fuerzas además de Él.
Cuando estamos en medio de adversidades, ¿acaso confiamos en Dios, como lo hiciera la nación de Judá en otras épocas? ¿Somos capaces de ver a través de la historia según la Biblia, cómo Dios gobierna con autoridad en todas las circunstancias? ¿O solo sabemos ir tras aquellos refugios o poderes frágiles, que en cualquier momento pueden ser destruidos y eliminados para siempre?
Dios puede utilizar a cualquier hombre; a cualquier autoridad. Nosotros no hemos de depositar nuestra confianza en las piezas de ajedrez que Dios tiene en sus manos, sino en quien siempre ejecuta las mejores jugadas: ¡Dios mismo! Entonces, la elección más inteligente que podemos tomar, es dejarnos utilizar por Él. ¡Aceptemos con alegría ser una pieza de ajedrez más en las manos de Dios!
Pr. Felipe Ho
