2017年6月8日 星期四

阿根廷教會每日靈修 - Devocional del Dia 08.06.2017



朝服與木架

以斯帖記第七,八章

 

俗語說惡有惡報,善有善報,不是不報時候未到,那麼試問真有報應一事嗎 ?若有,你是怎麼得看它呢?

今日經文中哈曼和末底改的兩個人生際遇,可以讓我們在主面前省察學習,在一切事上皆有主掌管!相稱的報應:末底改既是個俘虜,又是個猶大人,根本算不得什麼,也沒有任何能力勝過哈曼,但哈曼的妻子卻對她丈夫說:“你在末底改面前始而敗落,他如果是猶大人,你必不能勝他,終必在他面前敗落。”(六13)以斯帖在第二次筵席中求王救她的性。。她不求金錢、美衣、珠寶,只求王救她和她本族人的性命。王后求王救其命,怎有不救之理呢?結果哈曼害人終究害己,實在是他得了相稱應得的報應!交替的報應:在舊約有以牙還牙,以眼還眼的教導;而在新約也有你想人怎樣待你,你也要怎樣待人的提醒。末底改救王有功,得穿朝服;哈曼蓄意殺人,結果卻上了木架,報應是絲毫不爽的。主說:“凡動刀的,必死在刀下。”(太二十六52)哈曼在筵席前見勢不妙,便求王后救命。王轉身見哈曼伏在王后所靠的榻上,就說:“你竟敢在我面前淩辱王后?”這話一出,左右護衛立時蒙了哈曼的臉,表明他已犯了死罪。這時太監立即進言,對王說哈曼為那救王有功的末底改作了一個木架。王不假思索便決定將哈曼掛上。而哈曼夢想的賞賜卻落在末底改身上,這正是交替的報應。自作的報應:哈曼弄

權想穿朝服,末底改救王有功卻無賞賜。其實在人和事的後面是有一位神存在掌管的,朝服與木架都是自作的。就如詩七15~16說:“他掘了坑,又挖深了,竟掉在自己所挖的阱裡。”因此人所得的報應都是自招的。神對該隱說:“你若行得好,豈不蒙悅納?你若行得不好,罪就伏在門前。”

甚願我們單單仰望依靠主恩典,謹慎心思言行,絕不給魔鬼留任何地步。以斯帖對哈曼能不妥協,不心軟與及不留餘地的做法, 實在值得我們效法!堅定相信不管朝服或木架都掌握在主手中。


徐雅明牧師
 

 

La vestidura real y la estaca

Ester 7 y 8

Se dice que si haces el bien, te vuelve el bien; y si haces el mal, te vuelve el mal. Entonces reflexionemos: ¿realmente existe tal cosa llamada justicia divina? Si la respuesta es afirmativa, ¿cómo lo ves tú?

En los dos capítulos de hoy, podemos aprender sobre las experiencias de vida de Amán y Mardoqueo, cuales nos llevan a reflexionar delante del Señor que Él tiene control sobre todas las cosas.

Un castigo justo: Mardoqueo era un exiliado, y al mismo tiempo un judío (ciertamente alguien poco importante); es decir, que no tenía nada para compararse a Amán. Pero la esposa de Amán le dijo a su marido: "Si de la descendencia de los judíos es ese Mardoqueo, delante de quien has comenzado a caer, no lo vencerás, sino que caerás por cierto delante de él." (Est 6:13). Ester le pidió al rey que salvara su vida... Ella no pedía dinero, ni lujosos vestidos, ni joyas, sino solamente pidió salvar su vida y la de su pueblo. Al recibir la solicitud de la reina para salvar su vida, ¿qué razón tenía el rey para no hacerlo? Después de todo, Amán, al provocarle daños a los demás, terminó causándose daño a sí mismo. ¡Realmente recibió el castigo justo!

Un castigo intercambiado: en el Antiguo Testamento hay leyes cuales nos ordenan a pagar diente por diente, y ojo por ojo. En el Nuevo Testamento también hay recordatorios que mandan: "trata a los demás como quisieras que la gente te trate a ti". Mardoqueo tuvo mérito al salvar al rey, y recibió el honor de usar la vestidura real; Amán planeaba cometer un homicidio, y terminó en la estaca. La justicia divina se cumplió sin fallar ni por un milímetro. Jesús dijo: "Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán." (Mateo 26:52). En el banquete, al ver que las cosas iban de mal en peor, Amán le pidió a la reina que salve su vida. Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar donde estaban teniendo el banquete, Amán se encontraba inclinado sobre el lecho donde se hallaba Ester. Entonces el rey exclamó: “¡Y todavía se atreve este a violar a la reina en mi presencia y en mi casa!” Al salir la palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán, demostrando que se había cometido un delito capital. Y Jarboná, uno de los eunucos reales, pronunció: "En la casa de Amán está preparada una estaca de veinticinco metros de altura, que él mandó levantar para Mardoqueo, aquel que denunció la conspiración contra el rey." "¡Pues colgadlo en ella!" ordenó el rey. Y la recompensa con la que Amán soñaba terminó en manos de Mardoqueo. Ciertamente se trató de un caso de castigo intercambiado.

Un castigo auto-provocado: Amán quería ponerse la vestidura real; mientras que Mardoqueo, quien tuvo mérito al salvar al rey, no obtuvo recompensa alguna. En realidad, detrás de todas las personas y situaciones hay un Dios que está en control. Las vestiduras reales y las estacas son siempre provocados por nuestros propios actos. Tal como dice Salmos 7:15-16: "Cavó una fosa y la ahondó, y en esa misma fosa caerá. Su iniquidad se volverá contra él; su violencia recaerá sobre su cabeza." Por lo tanto, todos los castigos de los hombres son provocados por sí mismos. Dios le dijo a Caín: "Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta".

Espero que podamos confiar solamente en la gracia del Señor, que cuidemos nuestros pensamientos y actos, y no le dejemos espacio al diablo. Ester no aceptó las amenazas de Amán, ni ablandó su corazón ante sus planes. ¡Vale la pena seguir los pasos de Ester! Y confiemos firmemente en que tanto la vestidura real como la estaca están en manos del Señor.

Pr. Javier Hsu