2017年1月23日 星期一

阿根廷教會每日靈修 - Devocional del Dia 23.01.2017



天天警醒 倚賴主恩

撒母耳記上第廿三~廿四章

 

「....掃羅天天尋索大衛,上帝卻不將大衛交在他手裡。」(撒上廿三14)

對今日的基督徒而言,「掃羅」仍然天天尋索我們,如同吼叫的獅子四處尋找可吞吃的人,為要「偷竊、殺害、毀壞」,叫我們失腳絆跌、垂手喪志、遠離救主,因知道 神在祂兒女身上賜有尊貴的份位、奇妙的旨意、榮耀的盼望,所以異常忌妒,就是要天天尋索我們,或攻擊、或誘惑,其詭詐手法、其積極程度基督徒千萬不可輕忽。

然而,正如同廿三章14節所記載的一樣,神是我們的保障,絕不會將我們交在撒旦魔鬼的手裡,這也是耶穌基督清楚的應許,祂對父禱告說:「你所賜給我的人,我沒有失落一個。」(約十八9)有祂的拯救,我們既出黑暗入光明就跟隨到底;有祂的保守,我們終究能站理得穩且得勝有餘;有祂的同在,我們必能歡喜仰賴主恩且見證祂的慈愛與信實。大衛就是在 神的保守下,不但沒有被掃羅尋見殺害,還因此越發靠主剛強,擁有豐富歷練的人生!

只是,藉由今日閱讀的這兩章,天天被「掃羅」尋索的日子裡,大衛呈現出他與眾不同的心志,我們可以效法之:
  1. 愛心:大衛對基伊拉居民(屬猶大城邑)有著極大的愛心與寬容。盡管透過求問,神應許大衛可以攻擊非利士人拯救基伊拉人,卻我們從跟隨大衛的人所說的話知道,拯救基伊拉人明顯是一件不容易的任務。若不是出於愛心、一顆憐憫的心,大衛實在不需要冒這個生命的危險,為基依拉去與非利士軍旅征戰。又一旦知道基伊拉人將會因為掃羅的軍隊圍城攻擊而被迫出賣他們時,我們沒有看見大衛對基伊拉人有任何不悅、苛責的情況,這是恩慈心腸的表現。
  2. 信心:面於強敵,大衛信靠的是 神!而不是戰情分析。不管現實嚴峻,只要 神說:你可以攻打,我必將非利士人交在你手裡(廿三2,4),他就勇往直前,信靠 神的心表露無疑!
  3. 敬畏:不敢伸手傷害 神的受膏者。這件事更實屬不易,畢竟面對掃羅天天追殺的威脅,大衛有著最正當的理由可以除掉掃羅的生命,卻只是因為 神曾膏抹、選召過掃羅做王,於是大衛敬畏 神到底,一再地給予掃羅最大的敬重。沒有憑著私慾的理由做事,這是敬畏 神的真表現。

我們當然沒有大衛當時的真實情境,但常有類似的感受,或以付上代價的愛心去幫助有需要者、或是憑信心去爭取屬於 神所賜的、或是以敬畏 神的態度,在狂妄的領袖面前謙卑自己.....,期盼我們都能從中得勝,天天專一、警醒地跟隨主,日日倚賴祂的恩典,蒙祂帶領保守、賜福!


何仁豪牧師
 

 

Estar en alerta diariamente y confiar en la gracia del Señor

1º Samuel 23 y 24

“Día tras día Saúl lo buscaba, pero Dios no lo entregó en sus manos” (1 Samuel 23:14).

A los cristianos en la actualidad, “Saúl” nos sigue persiguiendo todos los días. Es como un león feroz que va buscando personas para devorar, y “no viene más que a robar, matar y destruir” (Juan 10:10). Aquél nos quiere hacer tropezar, que bajemos nuestras manos en desánimo, que nos alejemos del Dios Salvador, porque sabe que Dios nos ha entregado una identidad de honor, nos da un propósito maravilloso, y una esperanza llena de gloria. Por eso, el enemigo anda con envidia y nos busca, para atacarnos y tentarnos. Sus formas son tan engañosas y dinámicas, que no debemos jamás subestimarle ni un poco.

Sin embargo, tal cual nos está dicho en 1 Samuel 23:14, Dios es nuestro refugio, y no nos entregará en las manos del enemigo Satanás. También esto es prometido por Jesús a nosotros: “De los que me diste ninguno se perdió” (Juan 18:9). Al contar con su Salvación, podemos salir de las tinieblas y seguirle en la luz; al contar con su amparo, podemos pararnos en victoria; por su presencia con nosotros, podemos alegrarnos y confiar en su gracia y testificar que Él es bueno y fiel. David precisamente estuvo bajo la protección de Dios: no solamente evitó ser encontrado y asesinado por Saúl, ¡sino además se hizo fuerte en el Señor y tuvo una vida abundante!

A través de los dos capítulos de hoy, vemos en David que al “ser perseguido por Saúl día a día”, actuó de manera diferente, y podemos aprender de él:
  1. Bondad: David tenía muchísima bondad y paciencia hacia Queilá (una ciudad de Judá). A través de las palabras de los seguidores de David, notamos que rescatar a la ciudad de Queilá de los filisteos no era una tarea sencilla. Sin embargo, David consultó a Dios si debía realizar esta misión. Si no fuera por su corazón amoroso y misericordioso, David jamás tendría que poner su propia vida en peligro haciendo guerra a los filisteos. Más tarde, cuando se enteró de que Queilá fue amenazada por Saúl y que lo entregaban para no ser sitiada por el ejército del rey, no vemos algún gesto de disgusto o reclamo de David. Observamos pues que tenía un corazón bondadoso.
  2. Fe: Al enfrentar a enemigos más fuerte que él, ¡David confiaba en el Señor! No analizaba racionalmente las batallas, sino que ante las circunstancias más peligrosas, esperaba contar con el favor de Dios. Dios le dijo: “Ponte en camino y ve a Queilá, que voy a entregar en tus manos a los filisteos” (1 Samuel 23:2-4) y él avanzó con valentía. ¡No quedan dudas de su fe depositada en Dios!
  3. Temor a Dios: David no se atrevió a lastimar a aquél que había sido ungido por Dios. Un gesto sumamente difícil: Saúl lo buscaba día a día para matarlo, así que David tenía motivos más que suficientes para acabar con su vida. Y solamente porque Saúl había sido ungido por Dios para ser rey, David tuvo temor, y una y otra vez fue respetuoso hacia Saúl. No siguió sus propios deseos para actuar. Un claro ejemplo de temor a Dios.

La mayoría de nosotros no está atravesando la misma situación de David. Pero a menudo podemos tener sentimientos parecidos: quizás pagamos un precio alto para ayudar a alguien en medio de la necesidad, o tenemos que hacer grandes esfuerzos para obtener lo que Dios nos promete, y hasta por temor a Dios, tenemos que humillarnos ante un líder arrogante… Espero que podamos ser victoriosos y enfocados día a día. Sigamos al Señor en alerta y confiemos en su gracia. ¡Contemos con su protección y bendición!

Pr. Felipe Ho