2015年8月23日 星期日

真正的自由



詩篇第卅二篇

 

真正的自由應該不是想做什麼就做什麼、想說什麼就說什麼、想去哪裡就去哪裡,因為那只能算是為所欲為、不受約束、任意妄為的自由,甚至是「只要我喜歡」就可以把禮貌、尊重、倫理、道德、自律...等,全拋在腦後,屬生物最低層的慾望揮灑。要知道,自由的定義若只停留在慾望的追求,往往給人帶來更大的痛苦。

真正的自由應該是心靈層面的真自由:可做可不做、可去可不去、可說可不說,完全可控制自己的慾望與言行,讓自己永不陷入情慾的深淵、陷入罪惡的轄制,這樣的自由難能可貴,千金難買!只是,就連最合 神心意的大衛,也都會為罪所困、因罪唉哼!

本篇充分顯示:「無罪一身輕、有罪千斤重」痛與喜,兩極化的感受。大衛在犯了罪之後所作的詩詞,明顯看出他靈魂深處的痛苦。尤其是當他說道:「3. 我閉口不認罪的時候,因終日唉哼而骨頭枯乾。」他因為不願意面對自己的責任、不願意承認所犯的罪,心中受到罪所帶來的轄制、看不見的刑罰、心靈的折磨,才會終日唉哼,如同患了極痛的病、受了極大的傷,甚至有骨頭枯乾的感受,這就是慾望的自由所帶來的結果。直到他承認己罪、蒙 神赦免之後,才能再次「11. 靠耶和華歡喜快樂、...歡呼!」,才能有「7. 得救的樂歌四面環繞」!

其實,倘若每一件所做的事都以敬畏 神、尊重人為出發點,潔身自愛、嚴謹自律、常常自省,並以 神的話為言行的基準,我們自然不容易犯罪。即或不然,也要接受大衛付上代價的經驗談:

* 「5.向袮陳明我的罪,不隱瞞我的惡,...我要向耶和華承認我的過犯,你就赦免我的罪惡。」快快誠實坦承自己的罪,便得 神信實的赦罪之恩。

* 「6....當趁祢可尋求的時候禱告祢;...7.祢是我的藏身處;祢必保佑我脫離苦難。」在恩典時期,在 神給的時間裡,當儘速把握能夠尋求祂機會,祂必以恩慈款待、以權能保守,叫我們脫離無謂的苦難。

* 「1.得赦免其過、遮蓋其罪的,這人是有福的!」基督徒並非永不犯罪,但真正信靠 神的人,更是要相信真理、活出真理,遠離罪惡試探,亦應在犯錯的第一時間裡,勇於承認自己的罪、勇敢面對 神的榮耀,因為,神的應許是:凡順從真理的,真理必使我們得以自由!(約八31,32)

何仁豪牧師
 

 

La verdadera libertad

Salmo 32

La verdadera libertad no debería consistir en hacer o decir lo que uno quiere, o ir a donde uno se le cante; porque eso es dejarse llevar por los propios deseos y no ser auto-disciplinado, dispuesto a ser arrogante, a dejar de lado modales, el respeto, la lógica, la ética, la disciplina, entre otras cosas “sólo porque quiero”, lo cual se rebaja a hacer lo que sea para satisfacer las necesidades básicas, así como cualquier animal. Tenemos que saber que si la el concepto de la libertad sólo se reduce a saciar necesidades y deseos, probablemente terminemos trayendo mayor dolor a las personas.

La verdadera libertad debería ser la libertad a nivel espiritual: que me permite decidir hacer algo o no hacerlo, de ir o no ir a determinado lugar, de decir o no decir algo, de poder controlar completamente nuestros deseos, palabras y acciones, par no caer bajo las ataduras de los deseos carnales y dominados por el pecado. Esta libertad es tan preciosa e ¡imposible de comprar con dinero! Sin embargo, hasta David, un hombre conforme al corazón de Dios también cayó y se lamentó a causa del pecado.

Este Salmos muestra con claridad el contraste entre el dolor y el gozo “el peso de vivir en pecado y el alivio de haber sido perdonado de toda transgresión” son dos sensaciones totalmente contrastadas. David escribió este Salmos después de haber pecado, y claramente vemos el dolor en lo profundo de su espíritu. Especialmente cuando dice: (3) “Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día.” Por no querer enfrentar sus responsabilidades y por no querer admitir su pecado, él fue dominado por el pecado en su corazón, sufrió un castigo invisible, tormento espiritual, lo que le llevó a gemir de dolor todo el día como si tuviera una enfermedad aguda o una gran herida causandole dolores extremos, sentía como si sus huesos se estuvieran resecando. Esto es lo que el libertinaje trae como consecuencia. Recién cuando admitió su pecado y recibió el perdón de Dios, ahí pudo nuevamente (11) “¡Alegrarse,… regocijarse en el Señor!” y estar (7) “rodeado con cánticos de liberación.”

En realidad, si todos nuestros actos tuvieran como punto de partida el honrar al Señor y respetar a las personas; nos mantendríamos limpios por amor propio, seríamos estrictamente disciplinados, reflexionaríamos constantemente, y tomaríamos como referencia a la palabra del Señor, y por ende no pecaríamos con facilidad. Pero si no fuera así, deberíamos tomar la reflexión de David basada en su propia experiencia:

(5) “Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor», y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.” Arrepintámonos y reconozcamos rápida y sinceramente nuestros pecados, y obtendremos el perdón por la gracia del Señor.

(6) “...Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado…” (7) Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro…” En épocas de gracia, en los tiempos que nos da el Señor, tenemos que aprovechar las oportunidades que tenemos para buscarlo, y Él nos tratará con amor y gracia, nos protegerá con poder, y nos librará de sufrir en vano.

(1) “Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados.” Ser cristianos no quiere decir que nunca pequemos, pero aquel que realmente confía en el Señor, debe creer y vivir la verdad, alejarse de las tentaciones del pecado, arrepentirse de sus pecados apenas sean cometidos y enfrentar valientemente la Gloria de Dios. Porque la promesa del Señor es: “si se mantienen fieles a mis enseñanzas... conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:31-32)

Pr. Felipe Ho