2016年3月20日 星期日

信主,且順服之



馬太福音第廿一章23~46節

 

今天就從兩個兒子的故事說起吧!

一位葡萄園的主人吩咐自己的大兒子到葡萄園裡工作,大兒子不肯答應,這父親只能去跟小兒子商量。小兒子很爽快地答應了。而後的結果是:小兒子竟然爽約,雖然先前答應過,卻因故不去(或無故);然而,大兒子拒絕父親之後,彷如陷入一場心靈的爭戰而難過、痛苦,為自己先前的不禮貌、不順服而深受煎熬,懊悔了就以實際行動去葡萄園,行出父親起初的心意。耶穌述說這極簡短卻隱含很深寓意的故事。


孩子們與父親的關係,正如人與 神之間的關係。人要聽話不容易,雖然被造,有著 神所賦予自我思考的能力和自我意志的判斷力,卻因為罪的緣故只能順著自己的慾望、被世界的種種誘惑吸引著,反而不能服從 神的律、遵行 神的心意,與 神隔離。無論是大兒子或是小兒子,都不是從起初到結果都順服父親的意旨,總有不願意的時候。問題是:人可以這樣拒絕人,仍舊生存著,卻人不能拒絕 神,因為這個看似簡單的拒絕,其實就是被造者對於生命賦予者的一個逆向決定,決定脫離生命,自己走自己的路,結果可想而知。就是表面順從,也是拒絕!

另一則故事,耶穌是這麼說的:另一個葡萄園的主人栽種並建設、整理好一切園中的設備之後,便將葡萄園租給別人,就往外國去,計劃等到收成的季節,再差僕人去園中收成果實。之後的結果依然令人費解:租戶不但幾次打傷,甚至殺害了園主所差的僕人,最後,就連園主所愛,所信任的兒子也殺了。當然,園主不會因此放過這樣囂張狂妄的租戶,他決定對此伸張應有的正義。

基於宗教人士:撒都該人、法利賽人、文士、律法師、祭司長和民間長老的不信,且多次質疑、挑戰耶穌的權柄,耶穌即便向門徒們述說了上述兩個有關拒絕 神的故事。得救當然是出於 神的揀選,卻人需要回應內心的自責、需要重視心中的感動、並需要做悔改的決定,才能見證自己是重生、是屬 神的人。除非像大兒子一樣內心回轉,且行出悔改的表現,才能顯明真信耶穌基督。但若像葡萄園的租戶一樣,無視神子耶穌的權柄、愛的福音,拒絕且殺害神子耶穌,將來必受到對等、嚴厲的審判!

光是在教會裡參與各項活動,未必真信主。真信主就是真屬於主,且做合祂心意的事,除了順服至高者的旨意,沒有其他的路。

耶穌說:祂就是道路真理和生命,要不是藉著祂,沒有人能到父那裡去。(約十四6)很明顯的,歷世歷代以來有人抵擋祂、有人看似跟隨卻出賣祂,也有人順服到底,甚至背起自己的十架,一生跟隨祂,你呢?願彼此共勉,一起奔走順服 神的道路!


何仁豪牧師
 

 

Creer en el Señor y obedecerlo

Mateo 21:23~46

¡Empecemos hablando de la parábola de los dos hijos!

El dueño de un viñedo envió a sus dos hijos a trabajar al campo. El mayor no quiso ir, dejando al padre sin otra alternativa más que hablar con su hijo menor. Su hijo menor aceptó precipitadamente. Aunque finalmente, este hijo menor, quien aceptó el trabajo antes, terminó por incumplir con su palabra y no fue a trabajar. Por otra parte, el hijo mayor, que primeramente había rechazado a su padre, sintió mucho remordimiento y pasó por una batalla espiritual. Y acabó por arrepentirse y yendo al viñedo, cumpliendo con el pedido de su padre. Jesús contó esta historia brevísima, aunque con un significado muy profundo.

La relación entre este padre y sus hijos se parece a la relación entre Dios y los hombres. No es fácil que los hombres obedezcan, a pesar de que son hechuras del Señor y han sido dotados con razón y libre albedrío. Por motivo del pecado, solamente pueden seguir sus propios deseos de la carne y son atraídos por todo tipo de tentaciones en el mundo, desobedeciendo la ley de Dios, incumpliendo su voluntad y apartándose de Él. Tanto el hijo mayor como el hijo menor no lograron obedecer a su padre desde un principio hasta el fin; antes o después se negaron. El problema es: el hombre puede rechazar a otros hombres y seguir con vida, pero no puede rechazar a Dios. Porque aunque aparente un simple acto de rechazo, la creación está tomando una decisión en contra de aquél que lo creó; en contra de la vida, eligiendo tomar su propio camino... El desenlace es fácil de deducir. Aunque superficialmente obedezcan, ¡siguen rechazándolo!

La otra historia que contó Jesús relataba lo siguiente: el propietario de otro viñedo sembró y realizó edificaciones hasta equipar su campo correctamente, y luego lo alquiló y se fue del país, esperando que en época de cosecha pudiera enviar a sus siervos a recoger frutos. El final de la historia es desconcertante: los labradores golpearon y mataron a varios siervos que el propietario envió para cobrar lo que le correspondía. Por último, incluso terminan matando al amado hijo del dueño. Obviamente, el propietario no iba a dejar libre a estos inquilinos; optaría por hacer justicia del caso.

Los hombres religiosos (incluyendo a: saduceos, fariseos, escribas, maestros de la ley, sacerdotes y ancianos) interrogaron y desafiaron la autoridad de Jesús una y otra vez. Entonces Jesús contó las parábolas arriba mencionadas a sus seguidores: historias acerca del rechazo a Dios. La salvación proviene del Señor, pero son los hombres quienes deben responder con un corazón culposo y permitir ser tocados, y decidir arrepentirse para testificar que son hombres ganados por Dios. Si no actuamos como el hijo mayor, quien pegó la vuelta en su corazón y actuó con arrepentimiento, no podremos reflejar nuestra fe en Jesucristo. Y si alguien llega a ser como los labradores del viñedo alquilado, que ignoraron la autoridad de Jesús y su evangelio, lo rechazaron y lo mataron, ¡en el futuro les espera un trato equivalente: el más severo de los juicios!

Estar en las actividades de la iglesia no equivale a creer en el Señor. Creer verdaderamente en Él es pertenecer al Señor y cumplir con su voluntad. No existe otro camino más que obedecer al Altísimo.

Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí" (Juan 14:6). Claramente, época tras época, los hombres intentaron rechazarlo; hubieron hombres que parecían seguirlo pero lo traicionaron, aunque también hubieron hombres que lo obedecieron hasta el final, e incluso cargaron con su propia cruz y lo siguieron una vida entera. ¿Qué hay de ti? Espero que tengamos ánimo y podamos recorrer juntos el camino de la obediencia hacia Dios.

Pr. Felipe Ho