2017年7月31日 星期一

阿根廷教會每日靈修 - Devocional del Dia 31.07.2017



憐憫更勝於成就

以賽亞書第十六章

 

一個國家、民族的興盛絕對是出於 神至高旨意的揀選,卻傾覆的結局,也絕對跟不敬畏 神有關,無論是眾所皆知的亞述、波斯、巴比倫、希臘、羅馬等帝國,都曾權傾一時,也都有共同敗壞的癥結,導致其滅沒的結局。在此 神藉以賽亞先知點名了摩押終將被審判的結局,直接指出他的真正問題:「我們聽說摩押人驕傲,是極其驕傲;聽說他狂妄、驕傲、忿怒;他誇大的話是虛空的。」(6)

摩押被聖經定義為:極其驕傲、狂妄、易憤怒、說誇大不實之話的民族,這些特點意味著在他們的社會中存在著普遍剛硬的心、敵擋 神的民族性。

人會驕傲不是沒有原因。摩押主要的疆域是位於約旦河東的摩押平原,土地肥沃,畜牧、農業均富饒,所以才會有摩押王牧養許多羊,每年將十萬羊羔的毛和十萬公綿羊的毛進貢給以色列王的情況(王下三4),可見其先天富足的條件。

再加他們位於南北兩地交通的樞紐,有條所謂的「君王大道」的軍事或貿易的重要路線行經他們的領土,所以可向各國收取可觀的過路費。以色列民出埃及之後,往迦南地前進的旅途中,也曾有跟摩押借道的需要,只是他們不但不願借道讓過,還起來攻擊以色列人,打發人召巴蘭來咒詛他們(書廿四9)。如此驕傲,攻擊 神的選民、抵擋 神的作為,終究讓自己成了被滅亡的民族。

儘管擁有比別人較好的條件、更高的成就,要知道這一切的一切是出於 神的憐憫及恩賜,千萬不要因此驕傲自滿、自以為是、輕看他人,好像摩押讓 神厭惡,反要心存感恩,甚至謙卑地與人共享主所賜的恩典、常常樂於助人,若閉塞憐憫之心,至終必受到相同的對待、無憐憫的審判:「因為那不憐憫人的,也要受無憐憫的審判;憐憫原是向審判誇勝。」(雅二13)

有憐憫的心更勝於一時的成就,切勿忽略今日能向人發出憐憫的機會,那乃是 神所賜的恩典。


何仁豪牧師
 

 

La compasión sobrepasa los logros

Isaías 16

La prosperidad de una nación se debe categóricamente a la elección de la voluntad suprema de Dios, así también, su desplome definitivo guarda relación con el no temer a Dios. Ya se trate de los imperios por todos conocidos como lo es el asirio, el persa, el babilonio, el griego, el romano, entre otros, todos detentaron el poder por un tiempo, asimismo, todos tuvieron un punto crucial en común que los condujo a un desenlace aniquilante. En este capítulo, a través del profeta Isaías, Dios apuntó a Moab para anunciar que su final sería el sometimiento a juicio, señaló directamente su verdadero problema: “Hemos sabido que Moab es extremadamente orgulloso; hemos sabido de su soberbia, de su orgullo y arrogancia, de su charlatanería sin sentido.” (v. 6).

Moab fue conceptuado en la Biblia como una nación extremadamente orgullosa, soberbia, fácil para la ira y dada a la fanfarronería. Estas características daban cuenta de lo generalizado que estaba en esa sociedad el albergar un folklore basado en la dureza del corazón y en la resistencia a Dios.

No es que no haya razón para el orgullo del ser humano. El principal dominio territorial de Moab se situaba al este del río Jordan, eran las llanuras de Moab: tierra fértil, próspera tanto para la ganadería como para la agricultura. Gracias a esas condiciones, el rey de Moab criaba numerosas ovejas y como tributo anual le entregaba al rey de Israel cien mil ovejas y la lana de cien mil corderos (2º Reyes 3: 4), lo que evidencia las condiciones de riqueza con las que estaba dotada.

Se suma a ello que se encontraban situados en el punto de conexión entre las regiones del norte y del sur, estaban al paso de lo que se consideraba “el camino real”, esta importante ruta militar y comercial atravesaba su territorio, por lo que lograban cobrar importantes sumas de dinero a todos los países por el uso de ese camino. Cuando el pueblo de Israel huyó de Egipto e iba camino a la tierra de Canaán, tuvieron que pedirle permiso a Moab para usar el camino, pero los moabitas no sólo no accedieron, sino que además se levantaron en ataque contra los israelitas y mandaron a llamar al profeta Balán para que los maldijera (Josué 24: 9). Tal era su orgullo: atacaron al pueblo escogido de Dios y opusieron resistencia a la obra divina y con ello, hicieron que ellos mismos fueran la nación condenada a la perención.

Aún cuando reunamos mejores condiciones que los demás o hayamos alcanzado mayores logros, hay que saber que absolutamente todo viene de la misericordia y de la gracia de Dios; por nada del mundo estemos orgullosos por ello, presumidos, creídos, despreciando a los demás como lo hizo Moab y así ser aborrecidos por Dios. Por lo contrario, sostengamos un corazón agradecido, incluso compartamos humildemente con otros la gracia que Dios nos dio, ayudemos frecuentemente a otros con alegría; si cerramos nuestro corazón a la compasión, al fin de cuentas recibiremos el mismo trato y un juicio carente de piedad: “porque habrá un juicio sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡La compasión triunfa en el juicio!”(Santiago 2:13)

Un corazón compasivo sobrepasa cualquier logro momentáneo, nunca pases por alto la oportunidad de hoy para ser compasivo, esa es la gracia que nos da Dios.

Pr. Felipe Ho