2018年2月17日 星期六

阿根廷教會每日靈修 - Devocional del Dia 17.02.2018



撒該 ,快下來

路加福音第十九章1~27節

 

嚴格說來,這個把主人的一錠銀子包在手巾裏存着的僕人,和稅吏撒該都有共同的問題,就是自我存在的價值的危機。

撒該,一個令衆人討厭,令人所厭惡的稅吏,又是個矮子,也許他不正當的手段所賺到的金錢,是唯ㄧ使他認為可以高人ㄧ等,使他在衆人面前稍稍可抬起頭來的依據。而這個不長進的惡僕,雖然明白主人嚴厲的要求,卻寧可無所作為,也不願忠心的發揮其長。一個是想用金錢來補滿自卑的情結,一個是乾脆完全放棄了,以為這樣原封不動的交還,就是對主人,對自己生命的交待。

撒該用他自己的方法,爬上桑樹,因為他的身量矮,所以他要爬到高處才能看到耶穌,他知道耶穌必從那裡經過,他期待看到耶穌,也許能解決他心中的問題。我們是不是想要靠自己的方法,好比撒該爬上那棵樹ㄧ樣,以為爬上去了,再爬得更高一點,就可以達到自己的目標,就能比較有價值了?

耶穌看見撒該,對他說的第一句話卻是:「 撒該 ,快下來!今天我必住在你家裏。」撒該想要用自己的方法往上爬,可是即便是爬得再高還是「矮」,因為生命的本質沒有改變,只有當我們下來了,從自己所倚靠的下來了,耶穌就必住在我們家裏。

今天我們來到主耶穌的面前,在我們生命裏面有沒有一個期待?期待你的生命有一個徹底的改變,一個自我存在的意義的滿足?還是已經對於生命己經不存著任何的期待和希望了呢?

無可避免的,你我的生命都有主人給的銀子,只有當我們盡情的,忠心的發揮主給我們的銀子,才能贏得主人的稱讚和奬賞。


陳光晴長老
 

 

Zaqueo, baja en seguida

Lucas 19:1~27

Estrictamente, el siervo que ha envuelto el dinero de su amo en el pañuelo, y el recaudador de impuestos Zaqueo, tenían algo en común, es que ambos tenían crisis existencial de autoestima.

Zaqueo, era un cobrador de impuesto repugnado y además un enano, a lo menor él pensaba que con adquirir más dinero, podía tener más estatus que otros y podía tener su frente bien alto. Y aquel siervo malo, sabiendo que su amo es exigente, sin embargo ni intentó esforzarse. Al primero lo vemos tratando de llenar su autoestima con el dinero mal habido, y mientras el segundo, ha abandonado totalmente pensando que el hecho de dejar el dinero intacto, es la respuesta correcta hacia la expectativa de su amo.

Zaqueo al ser de baja estatura, subió a un sicómoro para poder ver a Jesús. Sabía que El pasaría por ahí, como deseaba verlo para tener respuestas de las preguntas que tenía en su corazón. A caso, ¿no nos pasa lo mismo en intentar de subir más alto, para encontrar las respuestas que tenemos? A veces pensamos lo mismo que Zaqueo, que quizás subiendo lo más alto posible, obtendremos las metas propuestas y por consecuencia somos más que otros.

Pero cuando Jesús lo vio, lo primero que le dijo fue: “Zaqueo, baja en seguida, hoy tengo que quedarme hoy en tu casa”. Zaqueo trató de subir lo más alto que podía, pero a pesar de eso, sigue siendo un “petizo”, porque su esencia no ha cambiado. Sólo cuando ha bajado de lo que dependía (en este caso del árbol), Jesús podía ir a su casa.

Hoy cuando venimos delante de Jesús, ¿deseamos que haya cambio en nuestra vida? ¿Deseamos poder sentir realizados o ya no tenemos ninguna esperanza?

Indudablemente, todos hemos recibido el dinero que nos dio el Amo, pero sólo cuando hemos de realizar fielmente las responsabilidades que nos encomendó el Señor, merece el elogio del Amo.

Presb. Daniel Chen