2015年10月14日 星期三

歡樂



詩篇第八十一篇

 

在無數述說艱難的情況並驚慌向 神祈求的詩篇之後,我們看到這首不同的詩篇。百姓依然造反,即使 神一再地呼喚、一再地應許,他們仍舊不聽從祂。因此,詩人已經不願再哀求、不繼續抱怨,甚至不再為那些不幸的後果哭泣。

神的同在充滿著詩人,他以命令的方式叫大家「大聲歡呼」、「發聲歡樂」。無論發生過什麼事,已經沒有必要再發怨言,無須再繼續悲傷。在這個新的時刻只要相信和歡樂。這代表什麼事都解決了嗎?不是的!離解決甚至非常遙遠……,仇敵依舊攻擊他們;但 神的應許卻實實在在的說:「我使你的肩得脫重擔。」能夠歡樂、可以歌唱、可以讚美是因為心裡確信 神必定會為我們做的事,而不是依據我們眼見的周圍狀況。

你我處在什麼光景呢?這個命令也是給你、給我的:當歡喜、快樂、歌唱、跳舞。你正處於困境嗎?或許是;但 神因你對祂的信心,以祂的手舉起你坐在祂的肩頭,讓你以祂的眼光看這世界。祂是比你所有的大困難更偉大的 神。所以,歡樂吧!

這首詩篇讓我記起另一處聖經節,啟示錄廿一:4「神要擦去他們一切的眼淚,不再有死亡,也不再有悲哀、哭號、疼痛,因為以前的事都過去了。」

當我們在主裡歡樂,我們就是在預先小小享受這個大應許。將有這麼一天,這份喜樂是完整、完全的,那一天我們將在 神的面前;在這之前,我們得因為有信心持有如此大的應許而歡喜快樂。

Flavio Calvo 牧師
 

 

Alegría

Salmo 81

Después de muchos Salmos difíciles, dónde el salmista temía y presentaba sus clamores delante de Dios. Llega este salmo, que es muy diferente. El pueblo sigue rebelde, todavía no está escuchando a Dios a pesar de las tremendas promesas que le está haciendo. Sin embargo el salmista ya no clama, ya no se queja, ya no llora por la desdicha del pueblo.

El Salmista, lleno de la presencia de Dios los anima. Hasta les da una orden muy particular, en imperativo dice “canten alegres”, “aclamen con regocijo”. Pase lo que pase ya no hay más lugar para la queja, no es tiempo de lamentos. En este nuevo tiempo hay que confiar y alegrarse. ¿Tienen todo resuelto? ¡NO! Están muy lejos de eso. Los enemigos siguen atacando, pero la promesa de Dios es clara y está ahí “Yo saqué la carga de tus hombros”. Alegrarse, poder cantar, poder alabar, es más una cuestión de fe en lo que Dios va a ser, que en lo que pueden ver a su alrededor en ese momento.

¿Y cómo estamos nosotros? El imperativo es también para nosotros. La orden es de alegrarnos, regocijarnos, cantar, danzar. ¿Tenés dificultades? Seguro que sí, pero Dios, por tu fe en él te toma con su mano y te pone sobre sus hombros para que puedas verlos desde su visión. Él es más grande que cualquier problema que puedas tener. Por eso ¡Alegrate!

Este salmo me recuerda otra promesa de la Biblia que está en Apocalipsis. En Apocalipsis 21:4 dice: “Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.”

Cuando nos alegramos en Dios, estamos teniendo un anticipo, un pequeño anticipo de esta gran promesa. Va a llegar un día en que la alegría sea completa. Ese día vamos a estar en la presencia de Dios. Hasta ese día por fe, nos podemos alegrar confiando en esta promesa.

Pr. Flavio Calvo