2015年5月17日 星期日

一生回應主恩



使徒行傳第廿章13~38節

 

「然而,我今日成了何等人,是蒙 神的恩才成的,並且他所賜我的恩不是徒然的。我比眾使徒格外勞苦;這原不是我,乃是 神的恩與我同在。」(林前十五10)

保羅盡心竭力地在多處傳道,建立教會,並且在可以的時間範圍內忠心地牧養他們(因他常受猶太人的逼害,無奈受迫離開所建立及牧養的教會),並在每個教會設立監督,為了教會長遠 的發展及利益考量,付諸一生心血,原因只有一個,那就是「主恩何等浩大、血價何等寶貴!」

保羅極其看重基督所付上的代價,珍惜自己得贖的恩典,所以他清楚自己是蒙恩的人,就當繼續蒙恩,且奉獻一生,甚至不以自己的性命為念、為寶貴,只要行完人生傳道的路程,成就所領受的執事,為證明 神恩惠的福音(24)。

在邀請了以弗所教會的長老們來到米利都見面時,保羅以一段誠摯告白、真情勸勉,述說了他向來服事基督的心志,與牧養教會如何地的用心,期待他們可以接續他牧養的責任,繼續警醒、謹慎地牧養耶穌基督的羊群、教會眾信徒。

「37. 眾人痛哭,抱著保羅的頸項,和他親嘴。38. 叫他們最傷心的,就是他說『以後不能再見我的面』那句話,於是送他上船去了。」分離當然是傷感的,更何況此處是生離死別的場景,難以忍受的痛。但,如果是認真看待保羅的一番勸勉,就不應該繼續停留在不捨與傷痛,更應該化為蒙恩、感恩與報恩的態度回應保羅的話、回應教會的主耶穌基督的恩典及呼召:建立基督健康的教會、彰顯上帝榮耀的國度:「28.當為自己謹慎,也為全群謹慎,牧養 神的教會,就是他用自己血所買來的(救贖的)。」

我認為保羅的心志人人都應當有,不是保羅這一個人怎樣特別,領受比別人更多的恩典和好處(如果有的話,乃因他在服事上特別的殷勤、忠心,神將他所需的按時供應給他。忠心做得多的人,恩典自然多而又多),而是 神的兒女都應該有這樣的看見,看見我是何等人竟蒙揀選、竟能被主使用。無論使徒彼得、約翰、保羅或門徒提摩太、路加、提多,甚至今天的你和我,凡所有得蒙基督救贖的,我們都領受同樣的贖罪之恩、都應當存有同樣的心志,都應歡欣獻上自己,一生為福音宣揚而努力,一生為主而活!

何仁豪牧師
 

 

Responder a la gracia de Dios por siempre

Hechos 13~38

“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo sino la gracia de Dios que está conmigo.” (1 Corintios 15:10)

Pablo hacía su mejor esfuerzo para predicar en varios lugares, construir iglesias y pastorear a los creyentes fielmente cuando sus tiempos le permitían (como sufría persecuciones y amenazas de los judíos, muchas veces tenía que dejar a la iglesia que acababa de levantar, en la que estaba pastoreando). También establecía un control en las iglesias pensando en el desarrollo a largo plazo de las mismas. Dedicó su vida a esta misión por una sola razón: y esa es “cuán grande es la gracia del Señor, cuán precioso el precio que pagó con su sangre!”

Pablo le daba mucha importancia al precio que tuvo que pagar Cristo, apreciaba la gracia que le dio salvación, y por eso tenía bien en claro que él era una persona bendecida con esta gracia. Por lo tanto, iba a seguir siéndolo y ofrendar su vida, incluso sin pensar o tomar su vida como valiosa; con tal de poder completar el camino de predicar en la vida y realizar la misión que recibió para demostrar las buenas nuevas de la gracia del Señor (24).

Cuando invitó a los presbíteros de la iglesia de Éfeso para encontrarse en Mileto, Pablo les contó sobre su deseo de servir a Cristo y su dedicación a la hora de pastorear a las iglesias, a través de una declaración sincera y una exhortación de verdad; esperando que ellos pudieran continuar con su responsabilidad de pastorear, mantenerse alertas y pastorear cuidadosamente al rebaño de Jesucristo: los creyentes de las iglesias.

“37 Todos lloraban inconsolablemente mientras lo abrazaban y lo besaban. 38 Lo que más los entristecía era su declaración de que ellos no volverían a verlo. Luego lo acompañaron hasta el barco.” Despedirse lógicamente es triste, sobre todo porque es la imagen de la última despedida que implicaba un inmenso dolor. Pero si prestaran atención a las palabras de Pablo, no deberían quedarse en la añoranza y tristeza; al contrario: deberían transformar estos sentimientos en una actitud de recibir la gracia, agradecer por ella y demostrar mediante acciones esta gratitud para responder a las palabras de Pablo y a la gracia y llamamiento de nuestro Señor Jesucristo: fundar una iglesia cristiana sana, para mostrar el glorioso reino de Dios: “28 Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre.”

Yo creo que todos deberíamos tener el deseo de Pablo, no es que Pablo sea una persona especial o que recibió más gracia o beneficios que otros (si hubiera, sería porque fue muy trabajador y fiel en el servicio; Dios le dio todo lo que necesitaba en el tiempo adecuado. El que hace mucho fielmente, naturalmente tiene más y más gracia), sino que todos los hijos de Dios deberían tener esta misma visión, ver que somos muy afortunados por haber sido escogidos, y que incluso podemos ser utilizados por el Señor. Sin importar si fue el apóstol Pedro, Juan, Pablo o el discípulo Timoteo, Lucas, Tito o incluso los "vos" y "yo" de hoy en día; todos los que recibieron la salvación de Cristo, recibimos la misma gracia que perdonó nuestros pecados, y deberíamos tener este mismo deseo: entregarnos alegremente a nosotros mismos, esforzarnos de por vida para difundir las buenas nuevas, y ¡vivir por el Señor por siempre!

Pr. Felipe Ho