2016年3月1日 星期二

與耶穌同樣的眼光和愛



馬太福音第九章

 

祂看見許多的人,就憐憫他們,因為他們困苦流離,如同羊沒有牧人一般。」(馬太九:36)

我不知道您們在同樣的情況下會如何,但我本人在遇到自我為中心的人時,內心都會有一番掙扎。

在本章36節,當馬太提到耶穌如何看待不是跟隨祂的人,如此的困苦流離,這動到我心深處的細弦。這兩種情況皆不是我們會希望在生命中發生的事,沒有甚麼比無助到好似甚麼都不在自己的掌控下更糟糕,耶穌說這就是那些自我中心的人所感受的,這樣活著可真是痛苦!也因此,他們專注在自己的時間一定比別人的時間多;他們只能盡自己所能,來讓生活稍微平順一點。

我們不只要學習以耶穌的眼睛來看到他們,同時要以他的心來感受,耶穌憐憫他們,且告訴我們當為這樣的人禱告。很多時候,在面對自我的人,我不曾有一絲絲的憐憫,但耶穌卻憐憫了他們。

當我們有耶穌的心,即會慢慢的透過祂的眼睛來看待周遭的人。求耶穌賜與我們如祂一般的眼光及愛的能力,好似祂今日正走在布宜諾市的街頭,或我們所居住之地,無論面對值得愛或不值得的人。祂的愛是沒有界限的。

Marcelo Morales 牧師
 

 

Mirar y Amar con la misma intensidad de Jesús

Mateo 9

Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor” (Mateo 9:36)

Yo no sé ustedes, pero yo lucho internamente cuando me encuentro con personas egocéntricas. Ya saben, son personas que sólo parecen pensar más sobre sí mismos. Trabajar con ellos es lo peor. Es probable que tengan a alguien así en sus vidas, que les hacen generar mucho enojo por todas las acciones auto centrado que siempre expresan. Sabemos que la única forma en que van a cambiar es con Jesús, pero todavía tenemos que seguir “aguantando” las dificultades de interactuar con ellos.

El versículo 36 de capítulo 9 de Mateo tocó mis fibras más íntimas, porque mostró cómo Jesús veía personas que no eran seguidores de él. Dijo que estaban desamparadas y dispersas. Esas son dos cosas que no desearíamos tener en nuestras vidas. No hay nada peor que sentirse indefenso, como que no se tiene el control de una situación. Jesús dice que esto es lo que estas personas egocéntricas están sintiendo. Es una manera horrible de vivir la vida! No es de extrañar que estén tan preocupados por sí mismos más que por otros. Ellos están tratando, en sus fuerzas limitadas, de llevar algo de estabilidad a sus vidas.

No sólo aprendemos cómo Jesús los veía, sino también cómo se sentía por ellos. Jesús tuvo compasión y nos dice que oremos por ellos en el siguiente verso. Muchas veces no hay una gota de compasión en mí cuando me relaciono con este tipo de gente, pero Jesús si lo hizo.

Cuando tenemos el corazón de Jesús, vamos a comenzar a ver a los que nos rodean con Sus ojos. Detengámonos ahora mismo y pidámosle a Jesús que nos de su capacidad de mirar y amar tal como él lo estaría haciendo si estuviera caminando las calles de Buenos Aires o donde sea que vivamos, con los que merecen ser amados y con los que no. Su amor no tiene límites.

Pr. Marcelo Morales